Una de las cosas que Henok Welday, residente de Oakland, tenía en mente al llenar su boleta electoral desde su casa durante estas elecciones recientes eran las políticas migratorias del presidente Donald Trump al respecto los refugiados y migrantes que buscan asilo.
Antes de convertirse en un ciudadano de Estados Unidos hace seis años, Welday estaba en el país con estatus de asilo. Debido a esta experiencia, Welday se siente frustrado con el gobierno de Trump por haber negado protecciones humanitarias a decenas de miles de migrantes centroamericanos en la frontera sur.
"Todos somos seres humanos. Me gustaría que la misma oportunidad que yo recibí sea extendida a otras personas", dijo Welday, quien huyó del régimen eritreo, el cual fue señalado por las Naciones Unidas de crímenes contra la humanidad. "Quizás la única opción que tenga la gente es salir de su país y venir aquí para buscar una vida mejor".
A lo largo de los cuatro años de su mandato, Trump ha hecho la restricción de la inmigración como una de sus prioridades. Muchos de los millones de californianos que presentaron sus boletas en estas elecciones no se les olvidó esto. Cabe mencionar que uno de cada seis votantes registrados en el estado dorado son inmigrantes ellos mismos.
Por todo el país, el número de votantes que nacieron en el extranjero ahora representa el 10% de los electores, según los estimados del Centro de investigaciones Pew. Y California tiene más ciudadanos naturalizados que pueden votar que cualquier otro estado, alrededor de 5.5 millones de personas.
Welday votó por primera vez en estas elecciones presidenciales y dijo que se arrepiente de no haber votado en 2016, aunque ya contaba con ese derecho en ese entonces.
Fue acompañado por su hijo de seis años, Nathan, cuando entregó su boleta en un buzón especial electoral a las afueras de la Corte superior del Condado de Alameda en Oakland la mañana del 27 de octubre.
"Quería que él viera cómo se hace lo correcto", dijo Welday. "Que vea cuáles son sus opciones. Pero lo que importa es que se oiga su voz".
Mirando a su hijo, Welday explicó que no quiere a un presidente que ordenó a las autoridades fronterizas que separarán a casi 5,500 niños migrantes de sus padres, entre ellos los cientos que aún no han sido reunidos con su familias.
"Es algo muy triste", dijo Welday, sacudiendo la cabeza. "O sea, como padre, no querrías estar lejos de tu hijo por un día. Y olvídate de estar en dos distintos países".
Caminando por las calles del vecindario Chinatown de Oakland, Naomi Means también mencionó la manera que el Presidente ha tratado a los inmigrantes como un factor clave detrás de su voto en favor del candidato demócrata Joe Biden.
Means, una maestra de necesidades educativas especiales, no está de acuerdo con la orden de Trump de admitir tan solo 15,000 refugiados el próximo año, un bajo histórico. Gobiernos anteriores, tanto republicanos como demócratas, habían determinado que la cifra anual de refugiados sería de 70,000.