El gobernador Gavin Newsom anunció el 17 de junio que más de 5.5 millones de alumnos de California no podrán asistir a clases presenciales en otoño. En su lugar, toda la formación de al menos el 90% de los alumnos del estado deberá realizarse en línea.
Según los requisitos, los distritos escolares de California no podrán reabrir sus instalaciones hasta que se estabilice el contagio y las hospitalizaciones por coronavirus en sus respectivos condados.
El anuncio del gobernador es el resultado de semanas de peticiones de los administradores escolares para que se les indique cómo gestionar la reapertura. Este causará un impacto extraordinario sobres los padres trabajadores y sus hijos, quienes deben permanecer en casa, así como también sobre la maltrecha economía del estado.
La decisión marca una participación más enérgica del gobernador en lo referente a las escuelas.