Copeland dijo que el único camino sería reanudar sus servicios lentamente.
Los espacios religiosos tal vez no tengan una opción sobre una reapertura gradual. Los lineamientos del Departamento de Salud Pública de California le han dado la autoridad a cada condado para que decida si las congregaciones religiosas en su jurisdicción pueden reanudar sus servicios. Los espacios religiosos que obtengan permiso tienen que limitar sus publicó al 25% de su capacidad total, o un máximo de 100 asistentes—la que sea menor—por al menos los primeros 21 días después de su reapertura.
El obispo Bob Jackson, del ACTS Full Gospel Church, dijo que tiene emociones encontradas al escuchar a funcionarios federales, estatales y del condado, así también como los líderes de su denominación.
“Tengo sentimientos encontrados con respecto a lo que nos dice el presidente, el gobernador, el condado, y también el obispo supervisor sobre nuestra denominación,” dijo Jackson. “Todos estan diciendo cosas diferentes así que es difícil obedecer a uno y no meterse en problemas con el otro.”
Jackson estaba entre el grupo de líderes eclesiásticos que demandaron que se permitieran servicios religiosos en persona el 31 de mayo, que es Pentecostes, una celebración importante y que algunos consideran como el nacimiento de la iglesia Cristiana. Pero Jackson dijo que líder de su denominación, la Iglesia de Dios en Cristo, dijo que todas las iglesias en su grupo deberían de mantenerse cerradas hasta finales de junio. Jackson dijo que obedeciera esta regla.
De acuerdo con el reglamento estatal, espacios religiosos deben de tener planes de prevención de covid-19, incluyendo empleados y voluntarios para hacer pruebas, así también como bancos y vestíbulos limpios y desinfectados. Se les recomienda usar guantes y mantener el distanciamiento social a líderes religiosos y voluntarios.
Hatem Bazian, presidente del Council Islamico del Norte de California, un grupo que representa a 92 mezquitas en 10 condados del Área de la Bahía, dijo que los miembros de su organización quieren mantener precaución al reabrir sus puertas para oraciones y devotos. Bazian mencionó que los miembros de su organización están preocupados por la falta de recursos para mantener el reglamento de seguridad.
“Muchas de las mezquitas no tienen los suministros necesarios--desde mascarillas hasta desinfectantes, y además tener que desinfectar las áreas después de cada rezador. Además de entrenar a los empleados, no tenemos termómetros,” dijo él.
Su grupo está pidiendo a funcionarios locales y estatales que se comprometan a proveer recursos tal como el equipo que se necesita.
Cuando los espacios religiosos abran, líderes religiosos dicen que los servicios no serán los mismos. Los lineamientos actuales del estado recomienda que no se cante, comparta folletos o se traigan tapetes a los espacios religiosos. Además, funcionarios comentaron que los espacios religiosos no deberían de servir comida y que los congregantes deberían abstenerse de tocarse mientras se salud o cuando están en el servicio.
“En cuanto a venir a los servicios religiosos nuevamente, el paradigma nunca va a ser igual,” dijo Jackson.
Este artículo fue traducido por la periodista, Adriana Morga.